¿Qué diferencia hay entre oír y escuchar?
Analizamos cada uno de estos verbos para que no te confundas al utilizarlos en el lenguaje
Aunque se suelen utilizar como sinónimos, los verbos ‘oír’ y ‘escuchar’ no significan exactamente lo mismo. Si bien es cierto que tienen relación con la percepción y comprensión de sonidos, para distinguir entre ellos hay que atender a la intencionalidad del oyente.
Si consultamos el diccionario de la Real Academia Española (RAE), se especifica que escuchar significa “prestar atención a lo que se oye”.
Sin embargo, oír se define como “percibir con el oído los sonidos”. Por tanto, la diferencia entre las dos acciones tiene que ver con la voluntariedad y predisposición de quién está al otro lado.
La acción de escuchar es consciente y deseada por el oyente, que tiene por tanto una actitud activa para comprender lo que le dice otra persona o para disfrutar de la música o de una película, por ejemplo. En este caso, esa misma actitud facilita la interrelación con lo que se escucha, ya sea participando en
una conversación o disfrutando como espectador en una representación o concierto o sala de cine.
Se puede oír sin escuchar
La acción de oír es en cambio involuntaria. Es decir, no estamos esperando o atentos a la llegada de un sonido. Sin embargo, al producirse ese sonido, lo percibimos y sabemos cómo procesarlo. Vaya, que queramos o no, lo oiremos pues el oído está activo y cumple con su función. Dicho de otra manera: un ruido por sorpresa (gritos, una detonación o un portazo) no se escucha, sino que se oye.
Esta distinción entre escuchar y oír es similar a la que se produce entre los verbos ‘mirar’ y ‘ver’. Uno ve sin querer, pero mira a conciencia.
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