Consejos para disfrutar de una cena festiva con auxiliares auditivos
La mayoría de la gente espera con ilusión una cena festiva, una boda o una fiesta. Vivir con una pérdida auditiva y llevar un auxiliar auditivo puede suponer un reto adicional para conversar en estos eventos sociales.
¿Por qué?
Porque la combinación de mucha gente, música de fondo, el tintineo de los cubiertos y la conversación de las personas con mucho ánimo puede ser una auténtica pesadilla para una persona con pérdida auditiva.
Es muy probable que alguien en la mesa necesite ayuda para seguir la conversación. Estos son algunos consejos para que todos se sientan incluidos.
Cómo participar más en eventos sociales con una pérdida de audición
Vivir con una pérdida auditiva puede hacer que los eventos sociales sean todo un reto. Hemos reunido tres consejos que le ayudarán a aumentar sus posibilidades de seguir una conversación, sentirse incluido y disfrutar.
- Permita que otros le ayuden
No todo el mundo sabe lo que necesita cuando se trata de su pérdida auditiva. Deberá ser abierto y sincero. Esto puede incluir informar de antemano al anfitrión sobre sus dificultades, para tener más posibilidades de seguir una conversación.
Recuérdaselo a sus familiares o amigos, es posible que tengan que repetir las cosas para mantenerle en la conversación. Pida a su vecino de mesa que le ayude también.
2. Establezca la escena del entorno físico
Evite sentarse cerca de la música en vivo, los altavoces o la zona de la cocina. Desplace los obstáculos de la mesa para poder ver las caras de las personas, por ejemplo, los adornos florales y las velas altas. Acérquese a la persona que está dando un discurso, cuando sea apropiado. Intente sentarse donde pueda ver el mayor número de caras posible. O con la mayoría de las personas a su lado “bueno”, si esto es relevante para su pérdida auditiva. Asegúrese de que haya buena iluminación para poder ver las caras y leer los labios, si lo necesita.
3. Reduzca el volumen
El ruido de fondo dificulta la audición, sobre todo si se suma a la charla animada, el galopar de los cubiertos y el ruido de los platos. La gente tiende a hablar más alto a medida que el ruido de fondo aumenta. Cierra las cortinas y sugiera a su anfitrión que lave los platos después de la cena.
¿Sabías qué?
Si puede entender el 50% de lo que dice la gente, entiende lo justo para participar. Por debajo del 50%, escucha muy poca información, por lo que el discurso pierde sentido. Por eso los lugares ruidosos dificultan la participación.
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